Pero la situación actual ha cambiado. El estancamiento que sufrimos en el desarrollo de los procesadores, donde se está tocando techo y llegando a los límites del silicio. Ahora apenas se aumenta el rendimiento de un año para otro en un 10-15%. Ejemplo, el procesador más potente de este año, el Athlon 64 FX-57 a 2.8 Ghz, es un 8% más rápido que el de 2004, el FX-55 a 2.6 Ghz. Esto ha llevado a los fabricantes de procesadores a llevar otro camino, emprendido desde el principio con las tarjetas gráficas, que aumentan sus canalizaciones ("pipelines") para aumentar el rendimiento. Sin embargo, una CPU de propósito general no es tan fácil de programar en paralelo como una GPU especializada en gráficos, hay que programarla específicamente para que trabaje con varios hilos o núcleos, y eso no se hace de la noche a la mañana. Como dice John Carmack, no hay compilador milagroso ni bala mágica que permita programar para varios núcleos, hay que hacerlo desde cero.
No obstante, la tendencia actual es hacer todos los programas listos para multinúcleo. Hay programas que desde hace bastante se aprovechan de varios núcleos, programas profesionales, especialmente los de edición de vídeo. Pero ahora ese paralelismo se va a llevar prácticamente a todos los programas que usen intensivamente el procesador, incluyendo, claro está, los juegos. Está previsto que la versión definitiva de F.E.A.R. sea capaz de usar varios núcleos, y casi todos los juegos de futuro también lo serán; aunque al principio las mejoras serán marginales, debido a que, como hemos dicho, hay que programar específicamente para ello.

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