Tener dos baterías es una de las claves del G7. Hasta ahora los ratones inalámbricos había que ponerle pesadas pilas o bien cargar el ratón poniéndolo en su cargador. Ya no. Las dos ligerísimas baterías (de unos 16 gramos cada una) se cambian en unos 10 segundos, gracias a los botones de eyección en el ratón y en el cargador, y tenemos una batería nueva sin apenas perder tiempo. El cargador tiene dos posiciones, normal, que tarda unas 10 horas, y rápida, en la que se carga la batería en sólo dos horas. Como las baterías duran más de 10 horas seguidas, la carga rápida no es imprescindible.
En el ratón hay unos indicadores que hacen la doble función de indicar la velocidad y la batería. La batería tiene tres niveles de carga, mientras que el de dpi puede llegar hasta cinco usando dos de los indicadores a la vez. El ratón dispone de la tradicional rueda, botones izquierdo, derecho y el de la rueda, dos botones para subir y bajar la velocidad, y un botón lateral. Como podemos ver, Logitech ha quitado uno de los dos botones laterales que ya traía el MX700 según sus palabras "para evitar confundir a los usuarios". Para mi no suponía ninguna confusión tener dos botones a la izquierda. Este uno de los pocos puntos negativos del G7. Para compensar el G7 incluye dos botones más en la rueda, que se inclina a la izquierda y a la derecha, y por defecto están configurados para el desplazamiento horizontal. Todos los botones son completamente reconfigurables usando el programa que acompaña al ratón.
En la parte inferior tenemos dos botones, uno para encender y apagar el ratón, y otro para la expulsión rápida de la batería. Tener que encender y apagar el ratón es un poco molesto, pero es la única solución para evitar que las baterías se fundan en un solo día. Este ratón, como está orientado a jugadores, no tiene el sistema de administración de batería de los demás ratones inalámbricos, que hacían que tras unos segundos el ratón perdiera tiempo de respuesta, lo cual hacía que apuntar tras estar un rato inmóvil fuera muy difícil.
El diseño del ratón es idéntico al del MX700, cambiando sólo en el color. Sin embargo el tacto es muy diferente. El G7 es mucho más suave, incluso para gente que sude con facilidad puede ser resbaladizo. Donde sí resbala mucho más es en la superficie de contacto inferior, gracias a los dos enormes deslizadores que tiene arriba y abajo, que hacen que el ratón se deslice con gran facilidad y sin esfuerzo. Esta simple mejora hace mucho más cómodo el manejo del ratón.
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