martes, 1 de enero de 2008

Ratón láser inalámbrico Logitech G7 - ¿el ratón definitivo? (I.- Introducción)

Los ratones han recorrido un largo camino desde su invención. Hasta no hace mucho aún abundaban los ratones mecánicos de bola, no fue hasta 1999-2000 cuando se empezaron a comercializar los primeros ratones ópticos a precios exorbitados. Recuerdo que mi Microsoft Intellimouse Explorer costaba la friolera de 12 mil pesetas (72 €), y fue de los primeros ratones ópticos en el mercado. Al mismo tiempo más o menos, los primeros ratones inalámbricos salí­an al mercado, que nos libraban de uno de los problemas de los ratones: el cable. En un teclado el cable no supone mayor trastorno que el espacio que ocupa, pero en un ratón puede obstaculizar seriamente el movimiento de éste. El problema de los ratones inalámbricos es que añaden peso, por la baterí­a, y también cierto retraso, aparte de ser algo menos precisos que los ratones de cable y susceptible a interferencias, todo debido a la conexión inalámbrica.

El "sueño" de tener un ratón óptico e inalámbrico no tardó mucho más tiempo en llegar. Logitech fue una de las primeras en ofrecer uno, el Mouseman Cordless Optical. Era un excelente ratón para la época, pero seguí­a acusando los defectos de la conexión inalámbrica, a lo que habí­a que añadir que para ahorrar baterí­a el led y la cámara usadas por la tecnologí­a óptica se iban apagando progresivamente, lo cual resultaba en falta de respuesta si dejabas el ratón sin mover durante un rato.

Hace poco más de un año los primeros ratones láser llegaron al mercado, siendo el MX1000 el primero de ellos y el más destacado. Aun siendo un ratón muy preciso gracias al láser, seguí­a sin ser un ratón de "jugones" y era mejor usar un MX518 de 1600 dpi con cable para jugar a Doom 3, Far Cry o Half Life 2.

Ahora la tecnologí­a laser evolucionada hasta una resolución de 2000 dpi (puntos por pulgada) se nos ofrece en tres ratones para jugadores empedernidos: el Razer Copperhead y los Logitech G5 y G7. Los dos primeros vienen con cable y el último, el G7, sin él. El G5 y el G7 son casi idénticos, salvo por el cable y el color. Se puede decir que son los ratones definitivos para jugar, pero ¿ha solventado el G7 los problemas que han aquejado a los ratones inalámbricos y lo hací­an poco práctico para jugar?. En seguida lo veremos.

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